domingo, 3 de noviembre de 2013

Molina de Aragón y su comarca, en la telefonía manual.


Último equipo de trabajo en  la centralita telefonica manual de Molina de Aragón. (diciembre 1978)
Es la foto de despedida. A unas mujeres que habían atendido durante muchos años las solicitudes de llamada de todo el Señorío de Molina, hasta que se instaló una central automática telefónica que les dejó sin ocupación. No están todas pues falta, al menos, la encargada del centro, que estaba situado en la plaza de los Tres Palacios.

Los agachados somos personal técnico de la empresa, que pudimos continuar nuestra labor en el servicio automático, o fuimos destinados a otros lugares.

La carencia de canales telefónicos de Molina de Aragón hacia el exterior fue, durante muchos años. una causa importante en la decadencia de la zona. La llegada del verano significaba horas y horas de demora en poder establecer una conferencia telefónica, a pesar del trabajo incesante de las operadoras locales. Mucho más si ocurría una avería en algún punto de los 140 km de línea aérea que comunicaban con Guadalajara. Solamente 24 canales telefónicos comunicaban Molina y todo el Señorío con el exterior.

Eso hacía que ni las industrias, ni los servicios, ni los particulares pudieran funcionar. De esa manera se había vuelto casi inútil para muchos hogares disponer de un teléfono, y así, cuando se diseñó la central automática para 700 líneas, que duplicaban las que había anteriormente en servicio, inmediatamente se quedó copada y hubo que realizar rápidamente una ampliación que duplicara su capacidad.

Fueron además varias las causas de aquel "subdesarrollo" en comunicaciones telefónicas, que no viene al caso enumerar. Cuando ocurría una avería de los sistemas de transmisión, se atendía desde Guadalajara, hasta que en 1976 se creó una plaza en Sigüenza, a 80 km. Mi actuación como responsable del mantenimiento de toda la zona Norte de la provincia fue primero tener disponibles los repuestos para actuar lo más rápidamente en caso de averías, normalmente resultantes de tormentas, y luego proponer el aumento de circuitos, que consistió en aumentarlos un 50% abriendo un nuevo sistema de 12 canales vía Sigüenza. Una vez conocida la zona y prevista la automatización del servicio telefónico, propuse y fue realizada la ampliación del radioenlace existente entre Guadalajara y Sigüenza,  aprovechando las estaciones intermedias del radioenlace Madrid-Zaragoza en Mazarete, que también pudo dar servicio a Cifuentes y su comarca. 

Peor estaban las comunicaciones desde algunos pueblos. Solamente Checa tenía con Molina un medio de comunicación que resultó fiable. La zona de Hinojosa hasta Algar de Mesa, así como la ruta hasta La Yunta resultaban frecuentemente averiadas por las tormentas, y se quedaban durante bastantes días del verano con una sola línea de teléfono compartido para varios pueblos. Allí estaban las ocupadas operadoras de Molina: para llamar a Cubillejo de la Sierra, un timbrazo; a Cubillejo del Sitio, dos timbrazos y a La Yunta, tres... hasta que llegaba el operador de Sigüenza y el celador de Molina con los repuestos para reemplazar a los filtros de los postes o a los equipos de alta frecuencia que habían quedado achicharrados. Poco a poco se fue mejorando y colocando descargadores de tensión en los puntos más débiles de la red, lo cual no era siempre previsible. Por ejemplo, en Milmarcos, que está en la misma comarca y tenía el mismo tipo de equipamiento, nunca tuvo una avería por estas causas.
Espero que hoy día se haya resuelto y tengan servicios de fibra óptica, aunque me temo que la cobertura de móviles, de ADSL o de canales de televisión habrá llegado a esa zona más tarde que a las demás. ¡Siempre ha habido lo que parecen españoles de segunda, cuando en realidad estas gentes del Señorío son y han sido siempre DE PRIMERA CLASE!

(Fecha exacta de la automatización telefónica: 15 diciembre 1978, según http://www.rillo-de-gallo.com/sabiasque.htm )